El instituto evaluó 57 países, principalmente los destinos considerados como paraísos tributarios para las inversiones chinas, bajo un sistema de clasificación propia, para proporcionar un mapa de riesgo para los inversionistas chinos que se aventuran en el extranjero.
El Instituto desarrolló un sistema de calificación para medir los riesgos de cada país para las empresas chinas. Los aspectos estudiados para la medición fueron los fundamentos económicos, capacidades de pago de deudas, condiciones sociales, tales como los conflictos y la seguridad interna y solidez política de cada país.
Venezuela que ha sido un aliado clave de China en América Latina ha cambiado en cuanto al panorama político este mes cuando la oposición ganó el control del parlamento, el cambio más grande en los 17 años lo que ocasionó que el país se ubicara de último lugar entre los países que fueron estudiados, el puesto 57, con clasificación “B” junto a Sudán e Irak.
Pakistan fue considerado por la academia como el mejor amigo de China, pero paradójicamente ocupó el puesto 35 para las inversiones chinas. Por el contrario, los Estados Unidos que ocupó el puesto 22 en cuanto a sus relaciones con China, resultó ser el 2do lugar más seguro para las inversiones del país asiático.
Según las estadísticas oficiales, China está cerca de convertirse en un exportador neto de fondos a largo plazo. En los primeros 11 meses de 2015, la inversión extranjera directa en China fue de US$ 114 mil millones, un aumento del 1,9 por ciento respecto al año anterior.
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